Para realizar esta sencilla tarea podemos utilizar diferentes métodos:
- La forma más habitual de limpiar los cristales es con agua salada. Para ello, sumergiremos el cristal que deseemos limpiar en un recipiente con agua salada. Habrá que dejarlo de 12 a 24 horas. Por ultimo retiraremos y secaremos con un paño de fibras naturales.
- Mediante el humo purificador de un incienso. Encenderemos el incienso y colocaremos el cristal encima del humo emanado, repetir varias veces.
- Si somos practicantes de Reiki, podemos colocar el cristal entre nuestras manos y darle reiki durante unos minutos.
- Mediante la exposición al sol o la luna. Dejaremos el cristal en la ventana dejando que le den los rayos del sol o bien por la noche que reciba el sutil influjo de la luna.
- Enterrar el cristal en el jardín y pasado unos días este se habrá limpiado.
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