Para empezar lo más cómodo para
dar Reiki son las camillas. Ahora, si no disponemos de una, se podrá dar en la
cama, en una silla, en una mesa con colchoneta como las de yoga, etc. Como veis
podéis darlo en tantos sitios como vuestra imaginación os lo permita. Eso sí
procurar que sea cómodo para las dos personas, el terapeuta y el paciente. Si
trabajamos con camilla estaremos más cómodos si las posiciones de la cabeza las
trabajamos sentados en una silla.
Se puede escoger música
relajante. Como recomendación hay unos CD con música para Reiki que cada 4 o 5
minutos suena una campanilla, para así recordarnos el cambiar de posición. Con
el tiempo no os hará falta pues os sorprenderéis como casi siempre tardareis lo
mismo. Una vez dedicando más tiempo a unos zonas que a otras pero casi siempre
entre una hora u hora y quince minutos. También podéis probar con música
Hemi-Sync (en los autotratamientos). Hemi-Sync es tecnología de sonido que
funciona enviando diferentes tonos a cada oído, a través de auriculares
estéreos. También se puede encender una vela o incienso, la idea es hacer de
ese momento algo especial.
A continuación se habla con el
paciente sobre que espera o para que viene a darse Reiki. Una vez pasado este
punto se le explica que es lo que vamos a hacer, explicándole por encima que
vamos a poner las manos, que solo le tocaremos la cabeza, etc. Hecho esto se
habrá generado un clima de confianza terapeuta-paciente.
El siguiente paso, sería acomodar a la persona en la camilla. Le decimos que se acueste y que cuando esté listo nos lo indique para comenzar. Entre tanto nosotros podremos empezar haciendo una petición de asistencia a nuestros guías, a Mikao Usui, a los ángeles, como veis aquí entra dentro de vuestras creencias.
A modo
de ejemplo os dejo la que hago cuando empiezo:
“Yo, David pido ayuda y
asistencia a todas las energías sanadoras y luminosas del universo, a mis guías,
a mis maestros y a los maestros de mis maestros, así como a Mikao Usui, para
que me guíen en este tratamiento que voy a realizar a xxxxxxxxx”
Al acabar ya podemos empezar a
dar el tratamiento de Reiki. Cuando tengamos que trabajar las posiciones de la
espalda se lo diremos al oído y le ayudaremos a que se vuelva a acomodar.
Al acabar se lo indicamos al
paciente y tendremos a mano un vaso de agua para dárselo. Por ultimo podremos
hablar relajadamente de como hemos sentido cada uno el Reiki.